domingo, 27 de febrero de 2011

Seguridad admirable y enternecedora.

-¿Pero, la amas?
-Si, más que la mierda.

La seguridad de tu mirada al contestar... esa convicción absoluta, total y constante. Y esa envidia sana que uno siente al darse cuenta de que, tal ves, nunca estaré tan seguro de algo como tú de tu afirmación... me dan la certeza de que, aunque me preocupe por tí, vas a estar bien y de que si vosotros, con ese enamoramiento único y embobecedor que llevas en el rostro desde que la viste por primera ves, no podéis superar las nubes, entonces ninguna pareja sobre la faz de la tierra podría con las suyas...

Psdt: Bueno, este microcuento tiene una dedicatoria especial y espero que sea tomada en cuenta como si proviniera de una voz imparcial (k9, igual te quiero).

También informar que mi blog, después de unas no muy merecidas vacaciones vuelve a entrar en funcionamiento y espero que las pocas personas que se interesan por mi pobre aporte literario me sigan leyendo. Muchas gracias y saludos a todos.

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